La mano D:
Estiré mi mano con el cambio exacto, 6 pesos. El camionero me sonrio con amabilidad y me entrego mi boletito, oh esos extraños boletitos que se acumulaban lentamente en mi pantalón. Me pregunto ¿cuantos tendre ya hasta ahora? ¿Mas de 50? 
Me senté con delicadeza en el único lugar que quedaba, 5ta posición a la izquierda, junto a la ventana; Donde podía observar todo el paisaje oscilando ante mi mirada.
15:40. Perfecto aun tengo tiempo de sobra para llegar, comer, talvez un poco de tv y después comenzar ese arduo trabajo que he estado posponiendo.
El camión se para de repente, esquina en una calle cualquiera junto con tampoco me importa. La gente comienza a desalojar el camión y comienzo a pensar si es conveniente cambiar de lugar, teniendo en cuenta que el sol a esta hora comienza a radiar de manera perpendicular a la posición en la que me encuentro.
Sin embargo un grito agudo interrumpe mis pensamientos, volteo hacia ambos lados consternado con la desagradable sorpresa de no poder ver nada.
Las expresiones de los otros pasajeros también son de horror, pero pasan rápidamente a la indiferencia habitual que suelen tener todos los días. Me pregunto que estarán pensando.
Siempre tan serios, tan pensativos, tan ensimismados en su mundo.
16:20 Ok, talvez el tiempo ya no me sobre y tenga que empezar el trabajo de una vez, quien sabe a lo mejor puedo pedir una pizza mientras trabajo y comer y ahorrar tiempo.
De la cantidad impresionante de pasajeros que se encontraban en un principio ahora solo quedamos la mitad, y talvez unos dos o tres que abordaron cuando no me di cuenta. Volteo hacia ellos, indiferencia que parece casi campante.
¿Será que son clips disfrazados de humanos?
Instintivamente volteo al piso al sentir como nuevos pasajeros entran al camión, siempre había poseído cierto fetiche por los zapatos de la gente. Me gusta ver que llevan puesto, habla mucho de quienes son.
Sin embargo mis ojos se horrorizaron al ver la imagen que tenia enfrente.
Una mano, un brazo entero que parecía haber sido desgarrado, reptaba por el piso del camión. Embarrándolo de sangre, llenándolo de horror.
Un escuálido brazo de color casi perlado, con rasgos delicados, gestos que casi lo hacían parecer humano, y esas arrugas que parecían tener una edad madura, pero la peculiaridad de esas uñas rojas, como el carmesí de la sangre, como el rojo de sus probables labios.
Reprimí un grito ¿Cómo era esto posible?
Y entonces recordé el grito, como si fuera de mi de quien lo hubieran arrancado un escalofrío recorrió mi espalda.
Tranquilízate anda, es solo un brazo.
16:50 ¡Carajo! ¿Por qué tarda tanto? Estoy seguro de que ya no podré terminar, no dormiré de nuevo y mañana estare de mal humor. Odio esto, odio los malditos camiones.
Mi mirada desde hacia ya varios minutos no se despegaba de el brazo que con sus maximos esfuerzos intentaba llegar al otro lado. ¿Buscando venganza talvez?
Habia llegado el punto en que mi mente inquieta habia creado ya un centenar de historias para explicar lo sucedido.
Resulta que, al estar inconforme viviendo en el cuerpo de esa mujer ; si, era una mujer debido a la anatomia delicada que poseia cada uno de sus musculos, ningun hombre podia tener un brazo tan delgado. Habia decidido separarse y correr por su libertad y al ver la puerta del camion como su unica salida la tomo justo al tiempo de la parada ya mencionada.
O tambien estaba la simple explicacion razonable de que no era mas que un inicio de la era zombie que tanto tiempo habiamos estado esperando. Porque claro que otra manera hay de que una parte humana siga viva si no es que es un zombie.
Y entonces de pronto todo tuvo sentido.
La mano se paró a la altura de mi asiento y me miro, si claro que podia sentir su mirada atravez de esas uñas delicadamente manicuradas y de esos dedos finos que seguramente eran humectados con crema todos los dias. Me miraba, sin embargo no comprendia que es lo que queria de mi.
Me intente acercar, pero mi compañero con una mueca me insinuo mantuviera mi distancia de su cuerpo.
Mierda, sabia que me tenia que haber cambiado de lugar.
17:20 Oficialmente, el trabajo ha perdido mi interes por completo.
No, no, quien necesita hacer un ensayo de 5mil palabras sobre la importancia de la energia nuclear dentro del sistema nervioso de las vacas cuando tienes una seductora mano que te observa desde la mitad del pasillo.
Y entonces me volvi a percatar.
¿Que pasaba con los clips de los otros pasajeros? Es que ¿acaso no se daban cuenta de la magnifica presencia con la que contaban esta tarde?
Si, claro que era magnifica, de primera instancia habia sentido miedo pero lentamente eso habia cambiado. No tenia porque temerle, no era mas que un indefenso brazo.
Los volteaba a ver intercaladamente, la mano, los clips, la mano de nuevo.
Hasta cierto punto sentia la ansia de que mi joven compañera saltara a alguno de los asientos y se hiciera notar.
¡Estoy aquí! ¡Y soy hermosa! ¡Veanme!
18:00 ¡A la chingada con esto! Corri rapidamente a la puerta, mi parada estaba por llegar y no veia a mi compañera por ninguna parte. Rendido pique el boton para bajar.
Un frenon de golpe y senti como algo sujetaba mi brazo con fuerza. Panico recorrio todo mi cuerpo. Me jale a mi mismo hacia fuera intentando zafarme de la increible fuerza que me sostenia, y entonces la vi.
Esos delicados y finos dedos apresando mi tosca muñeca, la suavidad de su piel era casi tangible, esas uñas rojas brillantes y ese color perlado que ahora me parecia mas fascinante que antes.
Sin darme cuenta, la puerta se cerro ante mi dejando mi brazo dentro. Grité.
Y entonces el camión arranco con mi extremidad dentro. Sentí el duro desprendimiento de cada uno de los ligamentos, como el hueso tronaba de manera estrepitosa y yo caia de bruces ante el piso.
Dolia, quemaba y el frio empezaba a apoderarse de mi cuerpo, no obstante en mi cara lo unico que se podia dibujar era una sonrisa. Sabia que ahora estaban juntas y que en algun momento alguien veria ese brazo musculoso y bien formado, bien cuidado y por supuesto bien humecatado y preguntaria. Oh ¿quien habria sido el portador de tan majestable belleza? Y ¿porque se habria desprendido de el? Y mi brazo solo contestara con una mirada, de esas que ella me dedicaba, le dedicaba. “Por amor solamente.”
Me senté con delicadeza en el único lugar que quedaba, 5ta posición a la izquierda, junto a la ventana; Donde podía observar todo el paisaje oscilando ante mi mirada.
15:40. Perfecto aun tengo tiempo de sobra para llegar, comer, talvez un poco de tv y después comenzar ese arduo trabajo que he estado posponiendo.
El camión se para de repente, esquina en una calle cualquiera junto con tampoco me importa. La gente comienza a desalojar el camión y comienzo a pensar si es conveniente cambiar de lugar, teniendo en cuenta que el sol a esta hora comienza a radiar de manera perpendicular a la posición en la que me encuentro.
Sin embargo un grito agudo interrumpe mis pensamientos, volteo hacia ambos lados consternado con la desagradable sorpresa de no poder ver nada.
Las expresiones de los otros pasajeros también son de horror, pero pasan rápidamente a la indiferencia habitual que suelen tener todos los días. Me pregunto que estarán pensando.
Siempre tan serios, tan pensativos, tan ensimismados en su mundo.
16:20 Ok, talvez el tiempo ya no me sobre y tenga que empezar el trabajo de una vez, quien sabe a lo mejor puedo pedir una pizza mientras trabajo y comer y ahorrar tiempo.
De la cantidad impresionante de pasajeros que se encontraban en un principio ahora solo quedamos la mitad, y talvez unos dos o tres que abordaron cuando no me di cuenta. Volteo hacia ellos, indiferencia que parece casi campante.
¿Será que son clips disfrazados de humanos?
Instintivamente volteo al piso al sentir como nuevos pasajeros entran al camión, siempre había poseído cierto fetiche por los zapatos de la gente. Me gusta ver que llevan puesto, habla mucho de quienes son.
Sin embargo mis ojos se horrorizaron al ver la imagen que tenia enfrente.
Una mano, un brazo entero que parecía haber sido desgarrado, reptaba por el piso del camión. Embarrándolo de sangre, llenándolo de horror.
Un escuálido brazo de color casi perlado, con rasgos delicados, gestos que casi lo hacían parecer humano, y esas arrugas que parecían tener una edad madura, pero la peculiaridad de esas uñas rojas, como el carmesí de la sangre, como el rojo de sus probables labios.
Reprimí un grito ¿Cómo era esto posible?
Y entonces recordé el grito, como si fuera de mi de quien lo hubieran arrancado un escalofrío recorrió mi espalda.
Tranquilízate anda, es solo un brazo.
16:50 ¡Carajo! ¿Por qué tarda tanto? Estoy seguro de que ya no podré terminar, no dormiré de nuevo y mañana estare de mal humor. Odio esto, odio los malditos camiones.
Mi mirada desde hacia ya varios minutos no se despegaba de el brazo que con sus maximos esfuerzos intentaba llegar al otro lado. ¿Buscando venganza talvez?
Habia llegado el punto en que mi mente inquieta habia creado ya un centenar de historias para explicar lo sucedido.
Resulta que, al estar inconforme viviendo en el cuerpo de esa mujer ; si, era una mujer debido a la anatomia delicada que poseia cada uno de sus musculos, ningun hombre podia tener un brazo tan delgado. Habia decidido separarse y correr por su libertad y al ver la puerta del camion como su unica salida la tomo justo al tiempo de la parada ya mencionada.
O tambien estaba la simple explicacion razonable de que no era mas que un inicio de la era zombie que tanto tiempo habiamos estado esperando. Porque claro que otra manera hay de que una parte humana siga viva si no es que es un zombie.
Y entonces de pronto todo tuvo sentido.
La mano se paró a la altura de mi asiento y me miro, si claro que podia sentir su mirada atravez de esas uñas delicadamente manicuradas y de esos dedos finos que seguramente eran humectados con crema todos los dias. Me miraba, sin embargo no comprendia que es lo que queria de mi.
Me intente acercar, pero mi compañero con una mueca me insinuo mantuviera mi distancia de su cuerpo.
Mierda, sabia que me tenia que haber cambiado de lugar.
17:20 Oficialmente, el trabajo ha perdido mi interes por completo.
No, no, quien necesita hacer un ensayo de 5mil palabras sobre la importancia de la energia nuclear dentro del sistema nervioso de las vacas cuando tienes una seductora mano que te observa desde la mitad del pasillo.
Y entonces me volvi a percatar.
¿Que pasaba con los clips de los otros pasajeros? Es que ¿acaso no se daban cuenta de la magnifica presencia con la que contaban esta tarde?
Si, claro que era magnifica, de primera instancia habia sentido miedo pero lentamente eso habia cambiado. No tenia porque temerle, no era mas que un indefenso brazo.
Los volteaba a ver intercaladamente, la mano, los clips, la mano de nuevo.
Hasta cierto punto sentia la ansia de que mi joven compañera saltara a alguno de los asientos y se hiciera notar.
¡Estoy aquí! ¡Y soy hermosa! ¡Veanme!
18:00 ¡A la chingada con esto! Corri rapidamente a la puerta, mi parada estaba por llegar y no veia a mi compañera por ninguna parte. Rendido pique el boton para bajar.
Un frenon de golpe y senti como algo sujetaba mi brazo con fuerza. Panico recorrio todo mi cuerpo. Me jale a mi mismo hacia fuera intentando zafarme de la increible fuerza que me sostenia, y entonces la vi.
Esos delicados y finos dedos apresando mi tosca muñeca, la suavidad de su piel era casi tangible, esas uñas rojas brillantes y ese color perlado que ahora me parecia mas fascinante que antes.
Sin darme cuenta, la puerta se cerro ante mi dejando mi brazo dentro. Grité.
Y entonces el camión arranco con mi extremidad dentro. Sentí el duro desprendimiento de cada uno de los ligamentos, como el hueso tronaba de manera estrepitosa y yo caia de bruces ante el piso.
Dolia, quemaba y el frio empezaba a apoderarse de mi cuerpo, no obstante en mi cara lo unico que se podia dibujar era una sonrisa. Sabia que ahora estaban juntas y que en algun momento alguien veria ese brazo musculoso y bien formado, bien cuidado y por supuesto bien humecatado y preguntaria. Oh ¿quien habria sido el portador de tan majestable belleza? Y ¿porque se habria desprendido de el? Y mi brazo solo contestara con una mirada, de esas que ella me dedicaba, le dedicaba. “Por amor solamente.”
 
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