Blink

Abri los ojos. Bien, ya estoy despierta. Paso mi mano con delicadeza por mi frente para arreglar el cabello empapado de sudor que cubria mi vista. Un punzante dolor recorrio las terminales nerviosas de mi cerebro. Maldita cabeza, algun dia la arrancare. Busque el reloj con la mirada, esos estupidos numeritos destellantes en rojo vivo. 3.15 am. Es muy temprano para estar despierta. Intente levantarme de la cama, sin embargo el inquietante dolor de cabeza aun persistia. Me quede recostada, quieta, calmada mirando como el tiempo pasaba encima de mi. ¿Porque a mi?

La misma sensacion que me habia despertado recorrio mi cuerpo una vez insitandome a levantarme. Tape mi boca con las manos y deje que el fuerte tosido saliera de mis pulmones ardiendo toda mi garganta. Observe mis manos, sangre de nuevo.
Puta madre. Me pare a tientas de la cama con direccion al baño. ¿Acaso quedaba de otra? Todo estaba oscuro, apenas pude distinguir la figura del lavabo alumbrada por un destello de luna. Las fuerzas se desvanecieron conforme pasaba el umbral del baño. Me sujete de la esquina del mueble antes de azotar de bruces con el piso. Cuando terminara esto?! Encendi la luz, apenas se podia ver algo y clave mi mirada en el espejo. La cara palida como la loza del baño, ojeras del tamaño del mundo y esos ojos... que habian perdido todo su brillo toda la esperanza.
Volvi a toser, mas sangre escurrio hasta desvanecerse en el desague del lavabo.
De que sirve tanta tortura? Tanta amargura? Es tan efimero que cuando te des cuenta la vida no es mas que un parpadear.
Sonrei con amargura intentando reconocerme en ese reflejo. Mientras apagaba la luz y regresaba a mi infierno personal.