Soy aquella que te ama a la distancia, en lo oscurito cuando nadie más está viendo. Soy la que te mira pensando en los infinitos de tu sonrisa. Que acaricia tus defectos con ternura. Me gustaría poder tocarte fuera de este imaginario, donde tú y yo somos reales. Y me quieres como yo te quiero y me tomas en tu mente y pasas tu mano, despacio sobre mis cicatrices. Sonríes porque sabes que duelen, pero ya no tienen que doler. Nunca más. Me tomas de la mano fuera de la oscuridad en la que aveces me someto, porque soy tonta porque soy masoquista porque me gustas mucho. Me sonries como yo te sonrio, y entrecierras esos ojos que esconden mundos. Me prometes que esta es la última vez, El último esfuerzo antes de que me rinda que decida que ninguna vale la pena. Pero tu sigues mirándome como siempre me has mirado y me abrazas despacio y con cariño. Y me susurras que me quieres, que me quieres mucho. Pero ¿Qué tanto es mucho? ¿Qué tanto, cuando sepas que yo te miro...
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