Sant Jordi
Levanté en alto mi espada, aquella figura imponente que se levantaba frente a mi hacía temblar hasta el mas escondido rincón de mi ser. Pero no podía fallar ahora, no ahora que estaba tan cerca. Mi mirada la busco entre tanta destrucción. La guarida de la bestia parecia nada mas y nada menos que un mundo post apocalíptico, tan lleno de basura, de muerte y de horror. La encontré por fin hecha un ovillo, casi en la esquina, su sedoso cabello aperlado le cubría la cara, que sostenía en agonia entre sus manos. Ninguno de nosotros estaba preparado para ver lo que pasaría a continuación. Volví la cabeza hacia el dragón con un tono desafiante, casi seguro de mi mismo. Desde sus fosas nasales se podía visualizar el suave humo de esa caldera hirviendo. << Alguna vez me llegue a preguntar como funcionaba eso del fuego y los dragones...>> Soltó un zarpazo de repente, sacandome de mi ensimismamiento. Apenas tuve tiempo de reacciona...